GREGORIO LEÓNNo todo va a ser comprar el roscón de Reyes. O comprar los regalos de última hora. El Cartagena ha trabajando intensamente esta semana para acelerar su venta. Y a las propuestas ya conocidas de Jimbo Fresh y Enrique Martí se le ha sumado una nueva: la tercera vía. Un empresario oferta por el club cartagenero once millones y medio de euros. Las negociaciones están ya entabladas. La cantidad complace plenamente a Duino Inversiones, empresa propietaria de la entidad cartagenerista, que está esperando la presentación de garantías y forma de pago para dar un paso más. El propósito sería poder cerrar la operación en este mes de enero. No ha trascendido el nombre del empresario, ni quien le acompaña en este negocio en marcha, pero sí la oferta exacta en sus términos, ahora valorada en los despachos en los que se lleva trabajando más de un año en la transmisión del club. Miguel Ángel Jiménez Bosque y Enrique Martí, al acechoLa opción Jimbee parece haber entrado en vía muerta. O está varada, sin movimiento. Esta semana no se produjo el contacto deseado por el presidente de Jimbe con Francisco Belmonte, esencial para empujar el proceso de negociación. El punto actual es casi el de origen: oferta de siete millones, matizada con una subida que llegaría a ocho. Y respuesta negativa de la empresa que tiene el paquete accionarial mayoritario del Cartagena: se queda corta. En el presidente del Cartagena hay recelo hacia Jiménez Bosque, derivado de la enemistad declarada que es ya secreto a voces. Eso no juega en favor del dirigente melonero, quien no iría solo en esta operación. Uno de los nombres que ha circulado es el de Ricardo Fuentes, propietario de una empresa potentísima de salazones y ahumados con sede en La Palma. Pero da la impresión de que solo tiene la categoría de rumor, nada más. Fuentes siempre ha estado alejado del fútbol. De igual manera, es imposible la asociación Jiménez Bosque-La Hita. Y Enrique Martí no desiste. El agente Rafael Cascallana, la persona de su máxima confianza, sigue movilizándose para sortear los últimos obstáculos burocráticos que permitirían la liberación de una cantidad económica muy alta para acometer la compra-venta del Cartagena. Y Duino Inversiones está al corriente, día a día, de los avances que se producen. El precio de dieciséis millones y medio de euros colmaría plenamente las expectativas de la empresa que administra Fernando Carreño. Duino negocia sin mirar Twitter Duino no quiere malvender. Su aportación financiera ha sido muy considerable, y en modo alguno va a enajenar el club por cantidades inferiores a las inyectadas. Y aunque muy doloroso, no vería un posible descenso a Primera RFEF como el apocalipsis. Sería un desastre, claro. Pero del que podría emerger el Cartagena, propulsado por Duino para hacer al equipo gran favorito para el ascenso inmediato. Y no va a aceptar presiones políticas o de otra índole, como la visible contestación social, en este complejo proceso de compra-venta. Duino negocia sin mirar Twitter.