La Inspección de Trabajo ha impuesto una sanción de 100.000 euros a la discoteca Teatre, arrasada el 1 de octubre del año pasado por un incendio en el que fallecieron 13 personas, por una infracción muy grave en materia de prevención de riesgos laborales. Los letrados de la acusación se muestran satisfechos pero dicen que ahora toca determinar la responsabilidad de las administraciones.Teatre estaba ubicada junto a Fonda Milagros, en una misma nave industrial y separadas por una pared de pladur en el polígono de ocio Atalayas de Murcia, cuando se produjo la tragedia. Aunque todas las víctimas se hallaban en Fonda Milagros, la investigación apunta a que el fuego se originó en Teatre, por el mal uso que se hizo de una máquina de fuego frío durante una fiesta. Se confirma también que las salas tenían graves deficiencias en materia de prevención de incendios y no cumplieron con el plan de evacuación. Un plan que era compartido por ambos locales, y que establecía que, en caso de incendio en uno de ellos, se debía avisar a los responsables del otro, cosa que no sucedió. Uno de los abogados de las familias de los fallecidos, José Manuel Muñoz, dice que la sanción viene a ratificar todos los incumplimientos. «Ahora toca determinar la responsabilidad de las administraciones que actuaron de forma negligente», ha indicado Muñoz.