En unas semanas empiezan las obras de remodelación del Mercado de Verónicas, previsiblemente antes de Navidad. La primera fase empieza ahora, pero no han concretado la fecha, donde van a arreglar y rehabilitar las fachadas, la cubierta, y la mejora en la eficiencia energética, como explica Jesús Pacheco, concejal de Turismo, Comercio y Consumo.Durante la visita, el concejal ha indicado que «este proyecto no solo modernizará el histórico edificio, sino que también impulsará su valor cultural e histórico, asegurando que Verónicas continúe siendo un lugar vital para el comercio y el día a día de los murcianos, así como un símbolo de nuestra historia y tradición».La primera fase de esta rehabilitación se centrará en la renovación de las fachadas y la cubierta, así como en la mejora de la envolvente térmica del edificio. Se realizarán reparaciones en los paramentos para eliminar humedades y deterioros acumulados a lo largo del tiempo. Además, se sustituirá la cubierta de fibrocemento y las carpinterías, lo que permitirá cumplir con las normativas actuales de aislamiento térmico. Se espera el final de los trabajos para después del próximo verano.La intervención mejorará la eficiencia energética y restaurará la estética original modernista del mercado, respetando el diseño del arquitecto, Pedro Cerdán Martínez.Para reducir el impacto en los comerciantes, las obras se programarán cuidadosamente, de la mano de los placeros, para que estos solo abandonen el mercado temporalmente para la retirada de materiales específicos, como el amianto, algo que se producirá el próximo verano.Además, se trabaja, a petición suya, para la reubicación en la planta baja de todos los comerciantes, con el fin de facilitar la actividad.Por otra parte, la segunda fase del proyecto, actualmente en fase de planificación, se enfocará en la renovación de la estructura interna, la mejora de la accesibilidad y la redistribución de los puestos de venta.El Mercado de Verónicas, situado en el corazón del casco histórico de Murcia, fue diseñado entre 1912 y 1916 por el arquitecto Pedro Cerdán Martínez y se ha mantenido como un centro de comercio y encuentro social durante más de un siglo.