La Región de Murcia es la segunda comunidad autónoma en la que más ha subido el precio de la vivienda usada a lo largo del último año, sólo por detrás de Madrid, y todo hace pensar que la tendencia se mantendrá en este 2025. Lo dice un informe del portal inmobiliario Pisos.com cuyo director de estudios Ferrán Font, que explica que en esta evolución influyen decisivamente dos factores: una demanda muy activa, de compradores locales con ahorros y de inversores internacionales, y una oferta de vivienda nueva muy escasa. El resultado es que la mayor parte de los jóvenes se ven expulsados de un mercado al que no tienen capacidad para acceder.Los datos de la Región son realmente llamativos: no sólo es la segunda comunidad en la que más se ha encarecido la vivienda usada, sino que esa subida —superior al 20%— ha situado los precios en niveles máximos, recuperando e incluso superando los registros previos al estallido de la burbuja inmobiliaria. Y no cabe esperar que la situación varíe demasiado a corto plazo. De hecho, las previsiones apuntan a que los precios seguirán subiendo en la Región durante este 2025.»Estamos viendo que tenemos poca oferta, mucha demanda y encima tenemos unos tipos de interés que están yendo a la baja y esto significa que las hipotecas son más atractivas para todos aquellos que pueden acceder a una hipoteca», asegura Ferrán Font.Las razones que explican esa previsión son bastante simples, al menos en su enunciado: hay mucha demanda y muy poca oferta. En la Región, a pesar de que hay suelo disponible, se sigue construyendo muy poca vivienda nueva. En parte por la debilidad de las empresas constructoras, en parte por los problemas que éstas encuentran para acceder a créditos bancarios.Enfrente, hay una demanda muy activa: compradores de cierta edad que han conseguido ahorrar y que ya cuentan con otra vivienda con la que negociar, sumados a inversores, algunos internacionales, que desean entrar en un mercado que promete beneficios. Son los jóvenes que buscan una primera vivienda los que pagan las consecuencias.Ferran Font admite que hoy por hoy la única posibilidad que tiene un joven para comprar una vivienda es contar con el respaldo de sus padres. Si eso ocurre, el mercado inmobiliario todavía se moverá más.Eso plantea un círculo vicioso: si la demanda sigue creciendo, su presión mantendrá el aumento de los precios. Los perjudicados serán los jóvenes con menos ingresos y sin posibilidades de contar con apoyo familiar.