La situación de Murcia que se refleja en un informe del Instituto Valenciano de Investigación Económica, guarda mucha relación con la estructura económica de la Región que, para mejorar sus índices económicos, necesita dar más peso a la industria y a los sectores basados en el conocimiento, según explica uno de sus autores, Carlos Albert. Es una tendencia que se observa en todo el país: a las regiones más industrializadas, como el País Vasco, les va mucho mejor que a aquellas como a la Región de Murcia que tienen una alta dependencia del sector servicios, ligado en gran medida a un mercado turístico de baja calidad. Otra cosa, nos dice Albert, sería que esta autonomía fuera capaz de captar, a través de empresas propias, a un turista con gran capacidad de gasto.Las escasas perspectivas de mejora económica que tienen los murcianos, se compensan en parte con otros datos que colocan a la Región de Murcia como una de las que más redujeron la desigualdad y la pobreza entre los años 2015 y 2021.Reducción, matiza Albert, que no debe ocultar que las tasas de pobreza siguen siendo muy altas. Corregirlas, nos dice, exigirá un cambio en el modelo productivo y una apuesta decidida por el conocimiento.