La Región de Murcia es la tercera autonomía que menos dinero aporta a las universidades públicas por estudiante

La Región de Murcia es de las comunidades peor tratadas por el actual modelo de financiación autonómica, la que menos esfuerzo hace para financiar a sus universidades públicas. Según un estudio de la Fundación CYD, las transferencias corrientes y de capital que la Comunidad Autónoma de Murcia hace por cada alumno matriculado en sus universidades públicas equivale al 27% de nuestro PIB per cápita, siete puntos por debajo del esfuerzo que hace, por ejemplo, la Comunidad de Valencia.Si se observa la media nacional, las aportaciones de la Región de Murcia mejoran con mucho las que hacen Madrid o Cataluña, que son las comunidades que menos dinero inyectan en sus sistemas universitarios. Sin embargo, la Región de Murcia destaca para mal si la comparación se establece con las comunidades de nuestro entorno más próximo que son, además, y según el último informe de FEDEA, las más perjudicadas por el modelo de financiación. La Región de Murcia está siete puntos por debajo de Valencia, como ya hemos dicho, pero también se queda a seis puntos del esfuerzo de Castilla La Mancha y a casi cuatro del que hace Andalucía explica Ángela Mediavilla, del gabinete técnico de CYD:El estudio viene a ratificar que la financiación pública que reciben las universidades españolas está muy por debajo de la media europea y apenas permite hacer frente a las necesidades que genera el día a día. Mediavilla reclama que las comunidades eleven sus aportaciones hasta alcanzar el 1% de su Producto Interior Bruto, cumpliendo el objetivo marcado por la Ley Orgánica del Sistema Universitario. Sólo así podrán hacer frente a los retos que tienen planteados, entre los que destaca la necesidad de afrontar el relevo generacional, teniendo en cuenta que el 18% de los docentes actuales se van a jubilar en los próximos diez años. Y todo esto en un contexto en el que la oferta de universidades privadas no deja de crecer aunque, según la investigadora de la Fundación CYD, sin garantías de calidad.

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