La Consejería de Salud ha solicitado a la Fiscalía la investigación de posibles irregularidades, por parte de tres funcionarios del Servicio Murciano de Salud, relacionadas con el aumento de la facturación de hasta 700.000 euros en la adquisición de un producto sanitario, según detectó el Servicio de Inspección de Centros, Servicios y Establecimientos Sanitarios.El material investigado es un tapón de embolización para uso vascular periférico, una prótesis cardiovascular. La trazabilidad del producto está asegurada y la investigación se centra en la facturación de este producto sanitario en «un asunto únicamente de carácter económico que no afecta a la atención a los pacientes», advierte la Consejería de Salud.A raíz de este descubrimiento de la inspección sanitaria, la Consejería ha iniciado una auditoría de la actividad de la Unidad de Aprovisionamiento Integral del Servicio Murciano de Salud por el citado incremento económico en la facturación de suministro de un producto sanitario.Entre tanto, el Servicio Murciano de Salud ha abierto un expediente disciplinario a esos tres funcionarios aplicando la medida cautelar de suspensión de funciones que consiste en suspensión cautelar de empleo y sueldo hasta que haya pronunciamiento del Ministerio Fiscal o en su caso de la Autoridad judicial competente.El fraude económico alcanzaría los 700.000 euros durante el año pasado con respecto al anterior en la compra de ese producto, según el cálculo que ha hecho una evaluación rutinaria llevada a cabo por el Servicio de Inspección de Centros, Servicios y Establecimientos Sanitarios dependiente de la Secretaria General de la Consejería de Salud acerca de la actividad desarrollada por el Servicio Murciano de Salud.Como consecuencia de ello Salud inició una inspección de oficio para analizar las causas y su justificación de este aumento.