Antes de que las aguas vuelvan a su cauce y se retiren el fango y los escombros de las calles, surge el debate acerca de las causas de la avenida y la duda acerca de hasta qué punto algunos de sus efectos eran evitables.Para la Fundación Nueva Cultura del agua el problema no es que los ríos estén sucios ni que falten embalses o diques más altos. Según Julia Martínez, bióloga y directora técnica de la Fundación, el clima mediterráneo presenta, desde siempre, sequías recurrentes y lluvias torrenciales, pero en las últimas décadas los daños por inundaciones se están disparando debido al cambio climático y a la construcción de viviendas en zonas inundables.Desde la fundación quieren contribuir a favorecer que estos episodios no vuelvan a suceder, y exigen actuaciones y políticas adaptadas al cambio climáticoEn el caso de la Región de Murcia, recuerda la directora de la Fundación hay zonas de flujo preferente en las que sería necesario actuar
