GREGORIO LEÓNHay que aprender a vivir en el filo de la navaja. El Murcia, que no supo administrador una ventaja mínima la jornada pasada, tampoco lo hizo en Algeciras. El equipo no es capaz de guardar tesoros. Lo era el gol de Juan Carlos Real. Como el de la semana pasada en Nueva Condomina. Pero dejó la puerta abierta de su caja fuerte. Otra vez desde la esquina incurrió en desatenciones defensivas. En dos jornadas ha dejado volar cuatro puntos y empieza a alejarse la silueta del Betis Deportivo. El Murcia no tardó en alzar la voz en el Nuevo Mirador. Orientando su fútbol por el flanco derecho, con Pedro León como surtidor de balones, el gol empezó a fabricarse. A fuego lento. Con paciencia. Boateng puso a prueba a Iker Venteo. A Juan Carlos Real le faltó utilizar la izquierda en otro balón que le cayó, en buenas condiciones. Y más puntería en el segundo. Pero ya, en la tercera posibilidad, no perdonó. Pedro Benito aparece en la fotografía de la jugada, en su génesis. El delantero presiona y recupera la pelota, que viaja a la banda. Y de ahí, impulsada por David Vicente,al área. Loren Burón la deja pasar, Boateng asiste y Real, ahora sí, con determinación y potencia, la golpea para hacer el 0-1.El relato cambió en la segunda parte. El Algeciras, pujante, fue creciendo minuto a minuto. Un error de Antxon Jaso hizo que se le parara el corazón a los aficionados del Murcia. Le pegó al aire y el balón quedó en inmejorable disposición para Rodrigo Escudero, con Gazzaniga saliendo a la desesperada. El remate no fue bueno. Menos mal.Ante la crecida local, Fran Fernández sacó piernas frescas, dándole pista a primero a Kike Cadete y a Joao Palmberg y luego a Ben Knight y a Toral. Pero el Algeciras no aflojó. Y desde el córner, Lautaro, libre de marca, cazó un balón. Fue el 1-1 definitivo, que tiene el sabor de la ceniza en la boca. Los datos son inquietantes, con una secuencia de tres jornadas sin victoria. El diagnóstico, también: el equipo ha perdido en defensa la fortaleza que lo había hecho líder.