El 82% de sociedad española considera que la crispación política ha aumentado en España en los últimos cuatro años. Es una de las conclusiones del último estudio del Centro de Estudios Murciano de Opinión Pública (CEMOP) de la Universidad de Murcia (UMU) quien ha elaborado la IV Encuesta Nacional de Polarización Política y ha concluido que la polarización afectiva se ha incrementado en España un 30% desde el año 2021, según informaron fuentes de la institución docente en un comunicado.Y es que la polarización, hoy en día, «transciende el marco del análisis político y se usa de manera común en conversaciones entre amigos, familiares o compañeros de trabajo», tal y como señala el catedrático de Ciencia Política de la UMU y codirector del CEMOP, Ismael Crespo.»En la mayor parte de estas charlas, la polarización se asocia no tanto a una visión sistémica, como podría ser la polarización ideológica o del sistema de partidos, sino a su dimensión política o social, para referirse a los procesos de crispación, enfrentamiento o animadversión no sólo entre las élites políticas, sino también entre los simpatizantes de los distintos partidos o bloques ideológicos», tal y como ha añadido Crespo.El mundo académico ha bautizado este tipo de polarización como polarización afectiva, «que se expresa a nivel individual como un fuerte desagrado hacia los simpatizantes de otros partidos y, a su vez, como un fuerte sentido de adhesión o simpatía hacia los electores de su propio partido o bloque ideológico», ha añadido.Con una muestra total de 1.239 casos y realizada a través de entrevistas telefónicas en plena campaña de las elecciones al Parlamento Europeo, celebradas el pasado mes de junio, la IV Encuesta Nacional de Polarización del CEMOP concluye que los niveles agregados de polarización afectiva siguen creciendo en España.Desde el año 2021, cada vez que el CEMOP mide los niveles de polarización afectiva, se encuentra con cifras más elevadas. Entre los años 2021 y 2024, el nivel de polarización afectiva en España ha aumentado un 30,6%.En el último año (2023-2024), este aumento fue del 7,22%, principalmente causado por una acentuación de los sentimientos de rechazo de los votantes del PSOE hacia el PP. Además, un 82% de las personas entrevistadas considera que la crispación política ha aumentado en España respecto a hace cuatro años. Asimismo, el estudio pone de manifiesto que la polarización afectiva es mayor a medida que avanza la edad de las personas entrevistadas.Sentimientos hacia los partidos y hacia los líderesEn el último año, la antipatía hacia el PSOE ha aumentado en 10 puntos porcentuales. Si en 2023 un 35,4% de los entrevistados manifestaba un claro rechazo hacia el PSOE, este porcentaje es ahora del 45,1%. También ha crecido la antipatía hacia Sumar en una proporción similar. Sin embargo, los niveles de antipatía hacia el PP y Vox se mantienen estables o disminuyen ligeramente.Se registra un rechazo generalizado hacia los principales líderes políticos. La encuesta muestra que los sentimientos de antipatía y rechazo superan a los de simpatía y adhesión en el caso de los cuatro líderes analizados.En este sentido, el estudio refleja que se observa un aumento relevante del rechazo hacia la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, pasando del 37,4% en 2023 al 50,9% en la actualidad. También ha aumentado el porcentaje de entrevistados que rechaza a Pedro Sánchez (del 40,6% en 2023 al 50,8% en la actualidad).Con estos cambios, Alberto Núñez Feijóo pasa a ser el líder nacional que genera menos rechazo. El presidente de los populares es el único que despierta antipatía a menos de la mitad de los entrevistados. En contraste, Santiago Abascal es el líder que genera más rechazo (el 64,3% le otorga puntuaciones entre 0 y 3 en el termómetro de sentimientos utilizado por el CEMOP).Leyes controvertidasEl estudio constata una notable polarización en torno a la Ley de amnistía. Un 56% de los entrevistados manifiestamente la desaprueba, frente a un 29% que explícitamente la apoya. Las posiciones neutrales al respecto de esta ley apenas superan el 16% de las respuestas. La media de apoyo a la Ley de amnistía es superior entre los votantes de Sumar que entre los del PSOE.Asimismo, entre quienes se ubican a sí mismos en la izquierda radical el apoyo es muy elevado (62,4%), pero estas cifran van decreciendo hasta alcanzar el 11,5% entre los autoubicados en la derecha radical. Se constata, pues, una notable polarización ideológica en torno a esta medida.En cuanto a otra de las leyes más polémicas de este gobierno, la Ley Trans, la IV Encuesta Nacional de Polarización Política muestra cómo el 45,1% de la población apoya sin fisuras esta norma, siendo además las mujeres quienes muestran un mayor respaldo. Atendiendo al voto de los entrevistados, los votantes de Vox son los que más rechazan la Ley Trans. El nivel de apoyo a la medida entre los votantes del PSOE (58,8%) es significativamente inferior al que presentan los votantes de Sumar (77,5%).Finalmente, los entrevistados expresan un nivel elevado de apoyo (46,2%) a las leyes que facilitan la regularización extraordinaria de personas inmigrantes. Los votantes de Vox siguen despertando altos noveles de antipatía Los votantes de Vox son los que generan más rechazo entre los entrevistados. Casi la mitad de ellos tiene sentimientos negativos hacia las personas que votan a Vox. Constatamos una brecha de género en las actitudes afectivas hacia los votantes de Vox, en línea con lo ya apuntado por informes previos del CEMOP. Las mujeres muestran 6,5 puntos porcentuales más que los hombres de rechazo hacia los votantes de Vox (52,6% frente a 46,1%). Las diferencias según género no son tan acentuadas para el resto de partidos.Los resultados de este estudio son especialmente llamativos en lo que se refiere a la separación de poderes, según las mismas fuentes.Cuando se pregunta a los ciudadanos si creen que «el poder judicial no debería contradecir la voluntad del parlamento, anulando una norma aprobada por mayoría», los votantes del PSOE (5,7) y especialmente los de Sumar (6,3) son los que se muestran más de acuerdo con esta idea, mientras que apenas es respaldada por los votantes del PP (3,9) y Vox (2,9).La predisposición de los votantes de PSOE y Sumar a limitar la capacidad del poder judicial para anular normas aprobadas por el parlamento, supone un cuestionamiento de uno de los principios básicos de la democracia liberal.Por su parte, los votantes de Vox son más partidarios que los votantes de otros partidos de retirar el derecho de voto a aquellos ciudadanos que no están bien informados o tienen ideas equivocadas (4,3), en contraposición a los votantes de Sumar, que son lo que menos apoyan esta medida (2,9).Además de estas dos cuestiones analizadas, los datos del estudio demuestran que los españoles son bastante partidarios de que los líderes puedan adoptar acciones que transgredan los procedimientos democráticos si el país se encuentra en un claro peligro. Y, en conjunto, los españoles con un nivel alto de polarización afectiva tienden a mostrarse más favorables a revertir las normas democráticas que aquellos menos polarizados.Gracias al apoyo de la Fundación Séneca Este estudio ha contado con apoyo y financiación de la Fundación Séneca a través del proyecto POLARIZA, liderado por el profesor Ismael Crespo y otorgado en la convocatoria de Ayudas a proyectos para el desarrollo de investigación científica y técnica por grupos competitivos, incluida en el Programa Regional de Fomento de la Investigación Científica y Técnica de Excelencia. También ha contado con la colaboración de la Cátedra de Políticas Públicas de la Universidad de Murcia.