La Región de Murcia cerrará este año con 200 pequeños comercios menos. Es el cálculo que hace la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos UPTA, que advierte de que esta crisis afecta de manera más dramática a las localidades de menos de 50.000 habitantes, donde la pérdida de comercios se duplica frente a las grandes ciudades. A nivel nacional y al cierre de este año se habrán perdido más de 5.000 pequeños comercios, el equivalente a una media de 14 al día y de 417 al mes.UPTA achaca esta situación a las agresivas promociones comerciales tipo «días sin IVA» de las grandes superficies o a la falta de regulación en el comercio online a nivel europeo que permite a empresas extranjeras vender productos en España sin aplicar impuestos. Por ello, esta organización de autónomos propone una reglamentación uniforme que regule las ventas transnacionales y los impuestos correspondientes o la imposición de aranceles específicos a las empresas que venden en España a través de plataformas online para asegurar un nivel de competencia justo.En este sentido, UPTA reclama una acción legislativa «urgente» que regule estas prácticas, protegiendo al pequeño comercio, especialmente en las zonas rurales y localidades pequeñas. Mientras, el pequeño comercio se desangra, según advertía en Onda Regional Eduardo Abad, presidente de UPTA, que comparaba la situación con el cierre de una gran empresa. «Imaginemos lo que podía estar pasando en la Región de Murcia si una empresa con 200 trabajadores desapareciera. Habría una manifestación muy numerosa en la que todo el mundo participaría porque sería una destrucción masiva de puestos de trabajo», ha señalado.Los comerciantes también arremeten contra las plataformas de venta de productos de segunda mano en internet, que operan sin ningún tipo de fiscalidad y fomentan la economía sumergida. «Aunque estas iniciativas pueden tener sentido desde un punto de vista medioambiental y de sostenibilidad, la falta de control fiscal está fomentando una economía sumergida», sostiene Abad. «Estamos ante una auténtica selva comercial, donde sólo sobreviven los más fuertes y el pequeño comercio no tiene ninguna posibilidad de competir», se lamenta.Los profesionales autónomos hacen autocrítica y creen que no se han sabido adaptar a las demandas de los consumidores tras la pandemia, pero reclaman una normativa férrea que regule la venta por internet. También solicitan ayudas para que los comercios de proximidad puedan competir de verdad. «Que compres online en el pequeño comercio de Murcia y tengas un servicio de reparto geolocalizado que sea capaz de llevar el producto que el cliente ha comprado a su domicilio es fundamental para poder competir contra las grandes», ha pedido Eduardo Abad.